Se trata de Sergio Emanuel Hassan (36), a quien el Tribunal Oral Federal (TOF) 5 de San Martin condenó el 12 junio 2018 a 14 años y 6 meses de cárcel -pena luego reducida a 11 y 6 meses en 2021 por la Cámara de Casación- por el secuestro extorsivo agravado del empresario Daniel Rebagliati, quien fue capturado a fines de abril de 2015 en Santos Lugares y liberado tras el pago de un rescate.
De acuerdo a las fuentes, Hassan fue excarcelado meses atrás bajo caución juratoria y anoche quedó detenido acusado de un robo a mano armada.
El nuevo hecho que se le imputa sucedió cuando dos delincuentes a bordo de un Toyota Etios negro abordaron a una mujer cuando salía en su Toyota Corolla de su casa de la calle Gaeberler 994, en la localidad de Haedo norte.
Según los voceros, los asaltantes amenazaron con un arma calibre .380 a la conductora para que les entregara el rodado y escaparon con los dos autos.
Tras el asalto, la víctima dio aviso a la policía, por lo que se dispuso un operativo cerrojo para dar con los delincuentes, que fugaron por varias calles de Morón hasta llegar a la zona de El Palomar, donde cada uno escapó hacia una dirección distinta.
Uno de ellos llegó hasta las calles Pampa y Aguilera, donde dejó abandonado el auto robado para huir a pie, aunque fue capturado cuando intentaba ingresar a su casa ubicada a los pocos metros.
Los policías secuestraron en el lugar un arma de fuego calibre .380 marca Bersa Thunder con 12 proyectiles en su cargador y uno más en la recámara, y el auto, donde también se encontró el teléfono celular de la víctima del asalto.
Al identificar al detenido, los pesquisas establecieron que se trataba de Hassan, condenado por el secuestro extorsivo de Rebagliati.
El apresado quedó a disposición del titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 7 de Morón, Matías Rappazzo, quien lo indagará en las próximas horas por los delitos de "robo de automotor agravado por el uso de arma y portación de arma de guerra".
Los voceros consultados detallaron que Hassan estaba libre desde el 6 de mayo pasado, luego de que la Justicia le otorgara una excarcelación bajo caución juratoria por no hallarse firme la condena que le impuso en 2018 el Tribunal Oral Federal (TOF) 5 de San Martín por los delitos de "secuestro extorsivo agravado por la participación de tres o más personas y por haberse cobrado rescate, en concurso ideal con robo agravado por el uso de arma de fuego cuya aptitud para el disparo no puede tenerse por acreditada y por ser en poblado y en banda".
El tribunal le impuso entonces a Hassan una pena de 14 años y 6 meses de prisión -otros condenados, entre ellos un ex suboficial de la Policía Federal recibieron condenas de hasta 19 años de encierro-, aunque el fallo fue apelado por su defensa ante la Cámara Federal de Casación Penal, que a fines de 2020 le redujo a 11 y 6 meses los años de cárcel a cumplir.
El secuestro que se le atribuye haber cometido como miembro de una banda de captores fue el del empresario Rebagliati, que se inició poco antes de las 8 del 28 de abril de 2015, cuando fue interceptado en Sáenz Peña, partido de Tres de Febrero, mientras conducía su camioneta Ford Ranger.
Cuatro delincuentes a bordo de una Honda CRV negra descendieron con sus rostros cubiertos con pasamontañas y tres de ellos, portando ametralladoras, obligaron a la víctima a bajar de la Ford Ranger y a ingresar en la parte trasera de la Honda, donde lo encapucharon.
Los captores lo trasladaron por tres lugares diferentes, donde lo mantuvieron en cautiverio hasta el 6 de mayo, cuando aproximadamente a las 3 fue liberado en el partido de Almirante Brown, tras el pago de un rescate de 1,3 millones de pesos y 9.600 dólares entregados por su hermano, que arrojó el dinero adentro de un bolso negro desde una formación del Ferrocarril San Martín, entre las estaciones de Santos Lugares y Caseros.
La banda fue detenida pocos días después, el 18 de mayo de 2015, en el marco de un trabajo de investigación en el que resultaron cruciales las intervenciones telefónicas, el estudio de las conductas de los usuarios de los teléfonos y el reconocimiento de la voz "aflautada" de uno de los delincuentes que realizó las llamadas extorsivas al hermano de la víctima.
De acuerdo con las pruebas incorporadas a la causa, entre ellas la declaración de Rebagliati, que expuso durante casi doce horas en la Fiscalía Federal que investigó el caso, los captores lo llevaron a una especie de galpón, del que todos descendieron una vez que se cerró la puerta metálica de ingreso y le advirtieron: "Sabemos quién sos, esto no es un robo al voleo".
La víctima fue obligada a participar en las llamadas extorsivas que los secuestradores hacían a sus familiares, a quienes llegaron a decirle: "¡Pasame con el jefe del operativo! ¡voy a empezar a cortarle dos dedos!".
Al momento de su liberación, Rebagliati fue dejado descalzo, en jean y remera en una esquina, donde le quitaron la capucha y le ordenaron que mirara atrás, que corriera y que no parara, hasta que a las tres cuadras fue auxiliado por un remisero y logró comunicarse con su familia.
Fuente: (Zona Oeste Diario / Télam)
El nuevo hecho que se le imputa sucedió cuando dos delincuentes a bordo de un Toyota Etios negro abordaron a una mujer cuando salía en su Toyota Corolla de su casa de la calle Gaeberler 994, en la localidad de Haedo norte.
Según los voceros, los asaltantes amenazaron con un arma calibre .380 a la conductora para que les entregara el rodado y escaparon con los dos autos.
Tras el asalto, la víctima dio aviso a la policía, por lo que se dispuso un operativo cerrojo para dar con los delincuentes, que fugaron por varias calles de Morón hasta llegar a la zona de El Palomar, donde cada uno escapó hacia una dirección distinta.
Uno de ellos llegó hasta las calles Pampa y Aguilera, donde dejó abandonado el auto robado para huir a pie, aunque fue capturado cuando intentaba ingresar a su casa ubicada a los pocos metros.
Los policías secuestraron en el lugar un arma de fuego calibre .380 marca Bersa Thunder con 12 proyectiles en su cargador y uno más en la recámara, y el auto, donde también se encontró el teléfono celular de la víctima del asalto.
Al identificar al detenido, los pesquisas establecieron que se trataba de Hassan, condenado por el secuestro extorsivo de Rebagliati.
El apresado quedó a disposición del titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 7 de Morón, Matías Rappazzo, quien lo indagará en las próximas horas por los delitos de "robo de automotor agravado por el uso de arma y portación de arma de guerra".
Los voceros consultados detallaron que Hassan estaba libre desde el 6 de mayo pasado, luego de que la Justicia le otorgara una excarcelación bajo caución juratoria por no hallarse firme la condena que le impuso en 2018 el Tribunal Oral Federal (TOF) 5 de San Martín por los delitos de "secuestro extorsivo agravado por la participación de tres o más personas y por haberse cobrado rescate, en concurso ideal con robo agravado por el uso de arma de fuego cuya aptitud para el disparo no puede tenerse por acreditada y por ser en poblado y en banda".
El tribunal le impuso entonces a Hassan una pena de 14 años y 6 meses de prisión -otros condenados, entre ellos un ex suboficial de la Policía Federal recibieron condenas de hasta 19 años de encierro-, aunque el fallo fue apelado por su defensa ante la Cámara Federal de Casación Penal, que a fines de 2020 le redujo a 11 y 6 meses los años de cárcel a cumplir.
El secuestro que se le atribuye haber cometido como miembro de una banda de captores fue el del empresario Rebagliati, que se inició poco antes de las 8 del 28 de abril de 2015, cuando fue interceptado en Sáenz Peña, partido de Tres de Febrero, mientras conducía su camioneta Ford Ranger.
Cuatro delincuentes a bordo de una Honda CRV negra descendieron con sus rostros cubiertos con pasamontañas y tres de ellos, portando ametralladoras, obligaron a la víctima a bajar de la Ford Ranger y a ingresar en la parte trasera de la Honda, donde lo encapucharon.
Los captores lo trasladaron por tres lugares diferentes, donde lo mantuvieron en cautiverio hasta el 6 de mayo, cuando aproximadamente a las 3 fue liberado en el partido de Almirante Brown, tras el pago de un rescate de 1,3 millones de pesos y 9.600 dólares entregados por su hermano, que arrojó el dinero adentro de un bolso negro desde una formación del Ferrocarril San Martín, entre las estaciones de Santos Lugares y Caseros.
La banda fue detenida pocos días después, el 18 de mayo de 2015, en el marco de un trabajo de investigación en el que resultaron cruciales las intervenciones telefónicas, el estudio de las conductas de los usuarios de los teléfonos y el reconocimiento de la voz "aflautada" de uno de los delincuentes que realizó las llamadas extorsivas al hermano de la víctima.
De acuerdo con las pruebas incorporadas a la causa, entre ellas la declaración de Rebagliati, que expuso durante casi doce horas en la Fiscalía Federal que investigó el caso, los captores lo llevaron a una especie de galpón, del que todos descendieron una vez que se cerró la puerta metálica de ingreso y le advirtieron: "Sabemos quién sos, esto no es un robo al voleo".
La víctima fue obligada a participar en las llamadas extorsivas que los secuestradores hacían a sus familiares, a quienes llegaron a decirle: "¡Pasame con el jefe del operativo! ¡voy a empezar a cortarle dos dedos!".
Al momento de su liberación, Rebagliati fue dejado descalzo, en jean y remera en una esquina, donde le quitaron la capucha y le ordenaron que mirara atrás, que corriera y que no parara, hasta que a las tres cuadras fue auxiliado por un remisero y logró comunicarse con su familia.
Fuente: (Zona Oeste Diario / Télam)
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